jueves, 28 de diciembre de 2006
Tihela o makina?
マルックカルドナ
Hoy he ido a una pelu china.
He descubierto que en la comida son más rápidos y en las pelus se toman su tiempo.
He entrado y había uno sentado (chino). Cortá y lavá? Se ha quitado la chaqueta y me ha puesto en una silla en la que me ha enjabonado el pelo como por arte de magia. Sin agua. Sin tirones.
No me han puesto pan de gambas.
Se ha tomado su tiempo, y acto seguido me ha tocado los puntos yin primero y los yang después para reactivarme todo mi cuerpo ennavidado. Desde las sienes hasta lo que la silla dejaba al descubierto de espalda. Osea, todas mis contracturas y tensiones en manos del oriental.
Ese masaje debe ser el equivalente al pan de gambas. Misma bienvenida y de regalo sin que lo pidas.
Lo que viene después lo mismo de cualquier otra peluquería: cortan con tijeras (bueno, tihela para ellos), peinan con peines, te cubren con una toalla y capa, y hasta usan pinzas rosas para el pelo de un super 100 (osea, corporativismo).
La diferencia, abismal, es que no me ha hablado nada más. No sé yo si por no saber el idioma o por eficiencia china. Pero se agradece.
No me han puesto chupito de mil flores (xupito de mil flole) pero me ha cobrado lo mismo que un menú amarillo: 7 eulo
Así que, a igual resultado pero con masaje incluído, volveré.
フェリス・ナビダッド
Hoy he ido a una pelu china.
He descubierto que en la comida son más rápidos y en las pelus se toman su tiempo.
He entrado y había uno sentado (chino). Cortá y lavá? Se ha quitado la chaqueta y me ha puesto en una silla en la que me ha enjabonado el pelo como por arte de magia. Sin agua. Sin tirones.
No me han puesto pan de gambas.
Se ha tomado su tiempo, y acto seguido me ha tocado los puntos yin primero y los yang después para reactivarme todo mi cuerpo ennavidado. Desde las sienes hasta lo que la silla dejaba al descubierto de espalda. Osea, todas mis contracturas y tensiones en manos del oriental.
Ese masaje debe ser el equivalente al pan de gambas. Misma bienvenida y de regalo sin que lo pidas.
Lo que viene después lo mismo de cualquier otra peluquería: cortan con tijeras (bueno, tihela para ellos), peinan con peines, te cubren con una toalla y capa, y hasta usan pinzas rosas para el pelo de un super 100 (osea, corporativismo).
La diferencia, abismal, es que no me ha hablado nada más. No sé yo si por no saber el idioma o por eficiencia china. Pero se agradece.
No me han puesto chupito de mil flores (xupito de mil flole) pero me ha cobrado lo mismo que un menú amarillo: 7 eulo
Así que, a igual resultado pero con masaje incluído, volveré.
フェリス・ナビダッド
Etiquetas: Experiencias
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