jueves, 12 de abril de 2007

 

Nunca llueve a gusto de todos


Recomiendo trabajar un sábado de sol a sol. Así, como los antepasados o como los chinos, 15 horas.
Recomiendo irte a dormir pensando que has de madrugar mucho (6am) para irte a trabajar y llegar a las 22h de la noche.

Y recomiendo muchísimo tener un perro por vecino llorando o ladrando cada pocos minutos toda la noche.

Sobretodo recomiendo que luego se lo expliques (no al perro, al vecino) como pidiendo perdón por no haber dormido, por haber pasado un día sin sentirse las piernas (en plan Rambo ensangrentado) y por dormirte al día siguiente en plena cena, cayéndote las ojeras encima la sopa.

Y que la vecina (no la perra) te regale un y-yo-qué-quieres-que-haga con la mirada.
Y tú te sientas como un gilipollas integral y con fibra y frutos secos.

Y que encima te vuelva a pasar. Y que además te enteras que el perro se ha multiplicado por dos, que ahora hay otro de la misma marca.

Aunque no me extraña: no para de llover, y a estos perros si entran en contacto con el agua encima se multiplican como Gremlins.



Más perreras, menos vecinos!

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