sábado, 16 de febrero de 2008
Vaso medio lleno, medio vacío
Qué previsible que puede llegar a ser la vida: se te estropea algo y ya sabes que no será lo único, que en unos días podrás decir que se te han juntado varias desgracias, averías. O el vaso medio lleno: te dan una alegría y sabes (esperas) que no va a ser la única, la última.
Así uno ya se prepara para no tener sorpresas, para que no te venza o falte el agua de este vaso. De esta manera te preparas para lo acontecible y dejas para la sorpresa únicamente el órden del signo.
Ya sabes que vendrán días buenos y días malos; que tendrás un accidente de coche o que estrenarás uno, que rescindirán tu contrato o firmarás uno mejor, que te sentará mal algo que comas o comerás algo delicioso.
Solo cabe observar y esparar.
Así uno ya se prepara para no tener sorpresas, para que no te venza o falte el agua de este vaso. De esta manera te preparas para lo acontecible y dejas para la sorpresa únicamente el órden del signo.
Ya sabes que vendrán días buenos y días malos; que tendrás un accidente de coche o que estrenarás uno, que rescindirán tu contrato o firmarás uno mejor, que te sentará mal algo que comas o comerás algo delicioso.
Solo cabe observar y esparar.
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