miércoles, 29 de octubre de 2008
Siete años atrás...
He de esforzarme para saber si voy a sumar siete u ocho años trabajando en el mismo zulo. Sí, digo zulo y es que poca gente puede afirmar que trabaja en un sitio cerrado, sin ventanas, sin aire ni posibilidad de verlo a través del cristal.
Creo que voy a hacer siete, pero antes iré a mirar esa primera nómina de 11 horas semanales, de esas Navidades que trabajé para que los demás tuvieran fiesta.
Fue ayer; aun me siento nuevo, joven. Todavía me acuerdo de no saber qué hacer, de desear agradar, de ansiar aprender. A lo mejor ya sé a qué me dedico; si no ¿por qué me han hecho responsable de turno? Sí, es verdad que he visto pasar a mucha gente: gente tarada mentalmente, gente que necesitaba volar, gente que yo necesitaba volara, gente que de seguir podrían haber sido mejores coordinadores a lo mejor... pero aquí estoy yo.
¿Dónde iré? Nadie puede saberlo, pero noto que hace un año entré por una puerta que ya no tiene retorno. Solo cabe andar hacia delante y asumir todo lo que vaya viniendo, sea bueno o sea malo; porque equivocarse es no tomar decisiones, es quedarse quieto.
Hoy hace siete que empecé a aprender un nuevo mundo rodeado de sangre.
Creo que voy a hacer siete, pero antes iré a mirar esa primera nómina de 11 horas semanales, de esas Navidades que trabajé para que los demás tuvieran fiesta.
Fue ayer; aun me siento nuevo, joven. Todavía me acuerdo de no saber qué hacer, de desear agradar, de ansiar aprender. A lo mejor ya sé a qué me dedico; si no ¿por qué me han hecho responsable de turno? Sí, es verdad que he visto pasar a mucha gente: gente tarada mentalmente, gente que necesitaba volar, gente que yo necesitaba volara, gente que de seguir podrían haber sido mejores coordinadores a lo mejor... pero aquí estoy yo.
¿Dónde iré? Nadie puede saberlo, pero noto que hace un año entré por una puerta que ya no tiene retorno. Solo cabe andar hacia delante y asumir todo lo que vaya viniendo, sea bueno o sea malo; porque equivocarse es no tomar decisiones, es quedarse quieto.
Hoy hace siete que empecé a aprender un nuevo mundo rodeado de sangre.
Etiquetas: Blood City
Suscribirse a Entradas [Atom]