domingo, 27 de septiembre de 2009

 

Ja sóc aquí!

Todo llega a su fin, y un embarazo sobretodo. De una manera u otra tenía que salir, antes o después. Pero todos los embarazos acaban.

Sí que fue sorpresa, sí: llegué de trabajar un martes cualquiera, y al acabar de cenar... creo que he roto aguas. Seguro? Tuve que llamar al 061 para preguntar si era necesario ir al hospital. Por supuesto, y... felicidades. Felicidades? Ya he sido padre?

Qué va. Aun quedaban muchas horas. Esa misma noche nos ingresaron y nos dejaron a la espera de la mañana siguiente para inducir el parto.

8 horas para dilatar perfectamente, pero el niño que no bajaba. Pues no me extraña, tenía dos vueltas de collar del cordón umbilical. Unas buenas manos consiguieron llevar a Adrià al mundo terrenal. Y... montaña rusa de sentimientos.

Ya está aquí, qué decir... qué poca cosa, cuántas esperanzas dipositadas en a penas 2.950g y 47cm. Este miércoles 23 de septiembre a las 16:46 cambiará el resto de mi vida.

Ya hay un antes, ya hay un después.

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